Las vacaciones están a la vuelta de la esquina. Y con más tiempo libre, muchas familias aprovechan para algo que, durante el curso, a veces cuesta: leer por placer.
Es un buen momento para animar a nuestros hijos e hijas a sumergirse en una historia… o redescubrir alguna que ya conocen.
Una de las más leídas del mundo es Harry Potter. Más de 500 millones de ejemplares vendidos, traducida a más de 80 idiomas, y convertida en un fenómeno que va más allá de los libros.
Pero hay algo que no se ve cuando abres la primera página: la historia real que hay detrás.
J.K. Rowling no tenía contactos, ni dinero, ni estabilidad.
Tenía una historia en la cabeza, una hija pequeña, y una montaña de rechazos editoriales.
Hasta doce veces le dijeron que no antes de que alguien apostara por su libro.
Podría haberse rendido. Y, sin embargo, insistió.
No porque supiera que funcionaría, sino porque confiaba en su historia, y en ella misma.
Por eso, cuando hablamos con nuestro alumnado sobre resiliencia, constancia o actitud emprendedora, traemos también ejemplos como este.
Porque inspiran. Porque son reales.
Porque muestran que los grandes logros muchas veces empiezan con un montón de intentos fallidos… y con la decisión de seguir.
Y porque, a veces, detrás de un simple libro, hay una lección que puede durar toda la vida.
Descubre en este post cómo recuperar ese sentido auténtico del aprendizaje y por qué en La EJE apostamos por experiencias educativas que despiertan la curiosidad, la reflexión y las ganas de aprender.
En La EJE no solo hablamos de conocimientos. Hablamos de cómo nos enfrentamos a la vida. Y eso empieza con una actitud.
