El poder de hacer algo simple...muy bien.

Lo simple también deja huella

¿Te has parado a pensar en cuántas veces has usado un bolígrafo BIC?

Está en mochilas, estuches, bolsillos. Es ese boli que casi todos reconocemos al instante. Pero detrás de ese diseño tan simple hay una historia curiosa.

Imagen comparativa que muestra cómo el diseño del bolígrafo BIC ha permanecido prácticamente sin cambios desde 1955 hasta 2024, representando un ejemplo emblemático de innovación simple y duradera.

Corría el año 1950 cuando Marcel Bich, empresario francés, decidió mejorar una patente creada por László Bíró, un inventor húngaro. Lo perfeccionó, lo hizo accesible y funcional… y así nació el bolígrafo BIC. Desde entonces, se han vendido más de 100.000 millones de unidades en todo el mundo.

Lo curioso es que, a pesar de los años, su diseño apenas ha cambiado. Porque cuando algo está bien pensado, no necesita más. Funciona, y punto.

En La EJE ayudamos a nuestros alumnos a mirar el mundo con otros ojos. A despertar preguntas, a mejorar lo que ya existe y a valorar el proceso detrás de cada idea, por pequeña que parezca.

Quizás, entre tantas pantallas y notificaciones, vale la pena parar un momento y pensar en algo tan sencillo como un bolígrafo.

Ese objeto que, sin hacer ruido, ha escrito historias, exámenes, cartas, apuntes y hasta sueños.

Tener impacto no siempre depende de hacer mucho ruido,
sino de hacer bien lo que se hace.

.

Comparte:

Más posts

Abrir chat
Hola! Soy Laurence, (y te prometo que soy una persona de verdad 😂) ¡Pregúntame lo que quieras!