La actitud: esa pequeña gran diferencia que lo cambia todo

Hay personas que, frente a un problema, se quedan bloqueadas. Otras, respiran hondo, se remangan… y hacen lo que pueden.

No porque tengan todas las respuestas, sino por algo más profundo: su actitud.

La actitud es esa forma en la que decidimos enfrentarnos a lo que nos pasa. Tiene que ver con cómo respondemos cuando las cosas no salen como esperábamos.

Cuando hay un examen difícil, una entrevista de trabajo, un conflicto familiar, un reto que da miedo… ahí, sin darnos cuenta, mostramos nuestra actitud.

🧠 En La EJE definimos la actitud como:

• ✔️ La disposición con la que elegimos actuar.
• ✔️ La energía que ponemos en lo que hacemos.
• ✔️ La forma en que nos relacionamos con los errores y los retos.

Y aunque no siempre se ve, se nota. En los vínculos que construimos, en las oportunidades que aprovechamos (o dejamos pasar), en nuestra forma de crecer ante la adversidad.

“Las personas que desarrollan una mentalidad de crecimiento muestran mayores niveles de bienestar, resiliencia y rendimiento académico o profesional.”
— Estudio de la Universidad de Stanford

En un taller reciente, una alumna nos dijo:

“Me di cuenta de que muchas veces no intento las cosas por miedo a fallar. Pero si no lo intento, ya estoy fallando.”

Porque la actitud también se entrena. Con cada intento, cada caída y cada paso que damos a pesar del miedo.

“La actitud es una pequeña cosa que marca una gran diferencia.”
— Winston Churchill

Por eso, en La EJE no solo hablamos de conocimientos. Hablamos de cómo nos enfrentamos a la vida. Y eso empieza con una actitud.

Laurence Boucheron